Un palíndromo manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
Compondré uno mientras va el soneto,
burlando por detrás y por delante.
Yo pensé en alargar un “Etna… …ante”
y ya estoy a mitad de otro cuarteto;
mas si me veo en el primer terceto,
me espanta este “Etna, gel elegante”.
Por el primer terceto voy entrando
y quito el “elegante” por derecho
de Etna a un verbo, ¡dale!, y le voy dando.
Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando.
“Etna le da, ¡adelante!”, ya está hecho.